miércoles, 30 de marzo de 2011

Tarde fría.

Las penas atacan a los sumisos, por su corte inapeteciblemente fino y esquivo.
Los columpios de sus sueños se dejan empujar por el aire, en silenciosos terrenos baldíos.

Tal vez el sonido de tu voz se sienta amplificado por tanto espacio externo, por tanto vacío,
pero es un hecho que los perros buscan también ese rincón
para estar contigo, aunque esté todo tan frío.

Vamos por la calle, mano a mano, despiertos e inconstantes nuestros pasos
casi nadie pide ayuda, entonces yo te pido que te detengas, pues algo no está bien.
La sombra de la noche comienza su danza airosa. Es demasiado tarde ya
y yo te miro y me miro en tu rostro, tus gestos que descifro pero no me consuelan.

Las penas son muchas y el aire retiene el asfalto y su melancolía

3 comentarios:

  1. "Las penas son muchas y el aire retiene el asfalto y su melancolía" ¡Bravo!

    ResponderEliminar
  2. Breve pero profundo.
    ¿la foto es tuya también?

    ResponderEliminar
  3. La foto es mia, Pirlis. Trato siempre de subir solo mis fotos.

    ResponderEliminar