lunes, 21 de febrero de 2011

Pensando en mis hijos

En la cúspide el tiempo
y en la falda el tejido de las horas
conmovida
                 la fruta ve su vejez
                 y no se limita, tan solo se impone
                                  en un himno de resortes rotos y olores descompuestos

Y el joven lo ve todo
con ojos sorprendidos y expectantes
pues ya nada se queda olvidado
                    ya todo es parte de la corteza
                    y las líneas
                                     de su árbol



Yo viajaba en un avión
a México, el 3 de agosto del 2010

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